La identificación de los restos
cadavéricos procedentes de los accidentes de tráfico, grandes catástrofes,
personas desaparecidas, etc., constituye un tipo de análisis muy solicitado en
genética forense.
Cuando se produce la aparición de
un cadáver o restos cadavéricos cuya identidad se sospecha pero no se pueda
establecer con total seguridad por métodos tradicionales (antropológicos,
odontológicos, etc.), se puede recurrir a un estudio genético como complemento
ó como única vía posible de identificación.
Los cadáveres de los que no haya
sospechas sobre quién se trata deben ser igualmente analizados y sus perfiles
genéticos deben ser almacenados en una base de datos anónima que permita su
comparación con muestras de referencia de personas que tengan familiares
desaparecidos.
Como consecuencia de la gran
variedad de situaciones con las que nos podemos encontrar, vamos a tratar de
ordenar ó clasificar los casos que pueden ser resueltos primero en función del
tipo de muestra que debemos analizar y segundo en función del tipo de caso.
- Atendiendo al estado de
conservación de la muestra, los casos más típicos son:
Restos cadavéricos en buen estado de
conservación. la recogida de muestras se realiza inmediatamente después de la
muerte, las muestras más adecuadas son sangre y/o músculo. En los casos en los
que se producen víctimas carbonizadas, el ADN es muy estable a las altas
temperaturas a las que se ve sometido y en general es posible obtener ADN de
alta calidad.
Restos cadavéricos con un avanzado estado
de putrefacción ó esqueletizados. Se trata de restos en los que la toma de
muestras se realiza después de un periodo de tiempo largo tras la muerte, en
este caso las muestras más adecuadas son piezas dentales ó huesos largos. Son
los casos que entrañan mayor dificultad en cuanto a la obtención y el análisis
del ADN.
Restos cadavéricos embalsamados.
Normalmente son los casos que entrañan la mayor dificultad puesto que lo más
común es que la conservación del cadáver se realice mediante formol ó derivados
y está demostrado que el formol produce grandes modificaciones de los ácidos
nucleicos.
Restos cadavéricos momificados. En ciertos
cadáveres se producen fenómenos naturales de momificación como consecuencia de
la rápida evaporación del agua del cuerpo, con lo que se detiene el desarrollo
de microorganismos y por tanto la putrefacción y por tanto el material genético
de los tejidos blandos momificados se preserva en condiciones que permiten su
análisis, que en condiciones habituales no sería posible debido a los procesos
destructivos del cadáver.
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